En el Instituto Mexicano Madero, Plantel Centro, celebramos una de las actividades más emotivas del ciclo escolar: “Decorando Galletas con los Abuelos”, un espacio que honró la ternura, la sabiduría y la profunda espiritualidad que los abuelitos transmiten a nuestra comunidad. Como cierre de actividades de la Ludoteca Juan Butler, las puertas se abrieron para recibir a quienes guardan las historias, los consejos y el amor más genuino dentro de una familia. Abuelos y nietos compartieron una mañana llena de risas, creatividad y unión, decorando galletas navideñas que se convirtieron en pequeños recuerdos llenos de cariño. Fue conmovedor ver cómo los niños, con entusiasmo y ojos brillantes, disfrutaron cada momento junto a sus abuelitos, quienes, con paciencia y amor, acompañaron cada trazo de betún y cada chispa de imaginación. La presencia de los abuelos llenó los pasillos de una calidez especial, recordándonos uno de los valores más profundos del IMM: la espiritualidad que nace del encuentro, del afecto y de la gratitud por quienes nos han dado tanto. Entre los momentos más significativos, logramos reunir a una abuelita con sus tres nietos de diferentes niveles educativos, así como a un alumno acompañado por sus cuatro abuelos; escenas que reflejan el valor incalculable de la familia y el regalo de poder compartir tiempo juntos. En el IMM Centro seguiremos creando espacios donde los abuelos siempre estén presentes, porque su guía, su amor y su espiritualidad continúan siendo una fuente de luz para nuestros estudiantes. Cada actividad como esta nos recuerda que la educación también se nutre del corazón, la memoria y los vínculos que nos sostienen.

El Sistema Mexicano Madero llevó a cabo la ceremonia anual de reconocimientos por años de servicio, un encuentro en el que se distinguió a colaboradores que cumplieron 5, 10, 15, 20, 25, 30, 35 y 40 años de labor en las instituciones que integran el sistema: Instituto Mexicano Madero Plantel Centro, Instituto Mexicano Madero Plantel Zavaleta y Universidad Madero. Entre las personas reconocidas se encontraron docentes, personal administrativo y de servicios generales, quienes recibieron un agradecimiento público por su trabajo cotidiano en los distintos niveles educativos. Este año, la ceremonia incluyó un momento especial para el rector Job César Romero, quien cumplió 40 años de servicio dedicado a la educación dentro del Sistema Madero. En representación del personal reconocido, Juan Manuel Molina, con 20 años de servicio, compartió un mensaje dirigido a sus compañeras y compañeros. Señaló que el trabajo diario implica enfrentar desafíos diversos y que cada trayectoria refleja constancia y compromiso: “Hoy celebramos años de constancia de compromiso diario, de vocación y entrega silenciosa. Mi respeto y admiración a cada uno de ustedes por que cada jornada dedicada a esta labor deja huella en la vida de otros y construye un legado que construye generaciones.” Molina concluyó con un pasaje bíblico que, dijo, resume el sentido de la ceremonia: “Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres” (Colosenses 3:23). Al tomar la palabra, el rector Job César Romero dirigió un mensaje a los asistentes, retomando la idea del esfuerzo compartido y el trabajo en comunidad. Subrayó la importancia de reconocer el tiempo dedicado por cada colaborador y el impacto que tiene en la formación de generaciones de estudiantes: “Gracias por lo que hacen aquí y por lo que muchas veces dejan en casa para cumplir con su labor. Cada uno forma parte del proyecto educativo que compartimos.” La ceremonia permitió reunir a colaboradores de distintos planteles y niveles, en un espacio para reconocer la trayectoria y el trabajo sostenido que da identidad al Sistema Madero.